Written by 3:03 am Décor, Lifestyle

Confesiones de una “Plant Killer”

Y 15 trucos para cuidar tus plantas de interior

La pandemia del COVID-19 ha establecido un antes y un después en nuestra relación con el hogar. Algunos han redecorado, otros se han dedicado a cocinar (¡y a comer!), mientras que otros han cultivado una nueva relación con las plantas. Todo muy poético, bucólico y ecológico… si no fuera porque ya tienes fama de ser un “plant killer”.

Cabizbaja os confieso que yo también he matado alguna. Plantasss. Así en plural. Y reincido cual sicópata con el mismo tipo. He ahogado, ni una ni dos, sino varias orquídeas. Luego las montaba azarosa en mi guagua y salía corriendo para la casa de mi mamá, a.k.a, la unidad de intensivo más cercana. Pero a pesar de los intentos de reanimación, muchas terminaron amortajadas con plástico negro. Solo una de flores violeta pálido lo logró y desde entonces ha pasado el resto de su vida rehuyéndome la mirada cada vez que atravieso el balcón de la casa mami, porque a mí, jamás volvió.

¡Por eso es tiempo de salvar las plantas que nos quedan! También, de ser realista, pues ninguna planta realmente es del interior, todas nacen y crecen para vivir afuera. Donde cayó la semilla, de ahí no se mueven. Solo que algunas son más resistentes y longevas, o se adaptan mejor al clima. No te enamores de la planta más popular de Instagram o Pinterest, si no sabes si sobrevive en Puerto Rico, por no decir que su amor termine como Romeo y Julieta. Pero hay opciones. Lo mejor será copiar el modo en que esa planta vive en la naturaleza. O quizás resulta que comenzaste tu aventura verde con una planta de nivel avanzado y hay que ir despacito.

15 trucos para cuidar tus plantas de interior

1) ¿Qué es lo primero que haces cuando conoces a alguien? Le preguntas su nombre. Lo mismo con tu planta. Claro, espero que la planta no te responda, pero el punto es que cuando compres una planta, preguntes cuál es su nombre común, su nombre científico y aclares tus dudas sobre su cuidado, especialmente si eres novato. Ponte en manos expertas.

2) Los cristales de las ventanas sin cortinas que protejan la planta tienen un “efecto lupa”, al reflejare directamente el sol, así que tanto las hojas como las flores se pueden quemar. Lo recomendable es colocar cortinas o una pantalla de celosía que proteja la planta.

3) No te excedas. Limítate a regar y abonar tus plantas de interior solo cuando les toque y siempre en las cantidades indicadas. De hecho, es mucho más frecuente que una planta de interior muera por exceso de cuidados, que por falta de atención. ¿Tienes dudas? Revisa la tierra unos 3 centímetros de profundidad. Si está seca, hay que regar.

4) Siempre que sea necesario, corta con tijeras desinfectadas con alcohol las ramas y las hojas muertas.

5) Despunta o “pinza” las ramas que hayan crecido de manera desproporcionada al resto de la planta. El pinzamiento se hace para que salgan ramas nuevas en las puntas y la planta se ponga más frondosa.

6) Ten a la mano un pulverizador con agua fresca a mano. Con un par de toques rápidos del pulverizador, lograrás un ambiente fresco, seguro y con un toque de humedad ambiental. Si además, es una pieza bonita, lo puedes dejar cerca de tus plantas y hasta sirve como adorno. Ojo, en cuanto pulverizar, dependerá de las condiciones de tu entorno, se hace más cuando las temperaturas son muy altas, pues muchas plantas se resienten con el calor.

7) No emplees abrillantadores de hojas, ni las limpies con aceite, ni siquiera con leche. Para limpiar las hojas de tus plantas de interior -por delante y por detrás- usa un paño de algodón y agua limpia. Cualquier otra cosa le ensuciará los poros y tu planta no va a respirar bien. Pero sí puedes usar un plumero desechable y pasarlo rápidamente por las hojas de tu planta. 

8) Por otro lado, a las suculentas y las carnívoras será mejor pasarles un pincel de brocha pequeña con un trapo con agua destilada o de lluvia, si no, puedes usar leche.

9) No todas las plantas de interior se riegan del mismo modo. Por ejemplo, si tu planta tiene hojas peludas, como las violetas, procura que no se mojen. Infórmate de si tu planta debe regarse por arriba o por abajo, es decir, colocando agua en un plato para que las raíces la absorban. También existe el riego por inmersión, que es cuando metes el tiesto en un cubo con agua hasta que empapes completamente la tierra y luego dejando escurrir el agua que sobra. Una vez regadas, no debe quedar agua en el plato.

10) Agenda un día fijo a la semana para regar tus plantas y procura hacerlo a la misma hora. Tu arma infalible para que no se te olvide este compromiso tan importante con tus “hijos verdes”, es la agenda de tu teléfono inteligente, así podrás programarlo todo a una hora en la que ya hayas aterrizado en casa. 

11) Las plantas se estresan y necesitan tiempo para aclimatarse a su nuevo hogar. Así que si mudaste tu plantita, ¡dale un “break”! Como mínimo, espera un mes a ver si no se pone mustia. De paso, si la planta ha prosperado en el lugar donde está, no la muevas más. Si transcurre un par de meses y no ves progreso, entonces prueba cambiarla de lugar, siguiendo las sugerencias para su especie. Eso sí, tenlas donde haya buena luz natural.

12) Si eres experto matando tus plantas por ahogamiento (si le echas demasiada agua), eres candidato perfecto para cuidar plantas de interior semiacuáticas -como potos, papiros o los lirios- que sobreviven con sus raíces siempre dentro del agua. Estas necesitan tierra encharcada para prosperar y aguantan temporadas cortas de sequía, si es que se te olvida regarlas. La sansevieria, el aloe vera, la planta de jade y la monstera tampoco necesitan agua con demasiada frecuencia. 

13) Ficus, aralias, scindapsus, dracenas y singonios son plantas de interior ideales para principiantes, pues no requieren de cuidados complicados. Las plantas tropicales son especies de rápido crecimiento y tampoco necesitan mucho. Pero si ya te conocen como el Freddy Krueger del mundo vegetal, conviene que empieces con un cactus. Resisten todo, menos la falta de luz. 

14) A la hora de decidir qué tiesto usar, comprueba que tengan un buen drenaje. Los agujeros obstruidos posiblemente te lleven a cometer un homicidio involuntario. Otro punto importante, es que los tiestos de cerámica facilitan la aireación de las raíces. Y que a medida que la planta crezca, hay que trasplantarla. Las raíces no deben estar apretadas, porque al estar buscando cómo crecer, se pueden enrollar, ocupar todo el espacio y quedarse sin aire. Además, ¿los platitos debajo de los tiestos? ¡Otro clásico de mortandad! Vacíalos después que hayan cumplido su función.

15) También habrá que abonar, para que la planta tenga los nutrientes que necesita. Si tus matas están en tiestos, puedes usar un fertilizante granulado de liberación lenta, porque abastece lo necesario a las plantas durante un periodo más prolongado, de dos a tres meses.

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Last modified: June 22, 2021

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