Foto: Café Nativo
La gran mayoría de los puertorriqueños comenzamos las mañanas con ese glorioso olor a café. Por que el café se empieza a disfrutar desde ese momento en que su aroma empieza a impregnar todos los espacios. Y luego, cuando está listo (o casi listo), cada cual decide cómo prepararlo. Algunos se lo beben negro o puya como suelen decir por ahí. Otros lo acompañan con leche y hay otros que hacen una obra de arte poniéndole otros ingredientes. Pero al final lo que importa es que sigue siendo café.
Somos privilegiados. Tenemos de las tierras más fértiles donde crece esa semilla que, además de amenizar las mañanas de muchos, también es símbolo de unión porque ¿quién no se ha bebido el café de la tarde en casa de la abuela con la familia?
El café es mucho más que una bebida y merece ser reconocido. A continuación, vas a descubrir haciendas cafetaleras que son tesoros escondidos entre las montañas de nuestra isla.
Café Nativo en Jayuya comenzó su siembra en 2006 únicamente con el propósito de cosechar café, pero ocho años más tarde crearon el concepto “brunch and bistro” donde es posible disfrutar del café, la comida y si quieres elevar tu experiencia también es posible pernoctar en la hacienda en una de sus cabañas.
En San Lorenzo está la Hacienda Muñoz, café que por tres años consecutivos ganó el primer lugar del Best Coffee People’s Choice Award en el Coffee and Chocolate Expo. Y si quieres confirmar esta información por ti mismo la hacienda ofrece tours que puedes culminar con tu taza de café.
Una de las que podría ser una de las haciendas más antiguas de Puerto Rico se encuentra en Lares y es Café Lealtad fundada en 1830. Ofrecen una variedad de seis cafés y puedes conseguirlo en tiendas o visitar directamente la hacienda llamando antes.
La primera finca agro-turística certificada por la Compañía de Turismo de Puerto Rico es Hacienda Tres Ángeles en Adjuntas. Si quieres aprender y formar parte del proceso del café desde la tierra hasta la taza este es el lugar para ti.
Cerro Punta en Ponce es el hogar de la Hacienda Pomarrosa. Desde 1995 trabaja las plantaciones de café y han evolucionado lo suficiente como para contar varias habitaciones donde las personas pueden disfrutar de la montaña en una hacienda cafetalera con vista al mar.
Estas cinco fincas y haciendas de café componen una pequeña porción de la gran cantidad de plantaciones que existen y las que faltan por crearse porque si de algo estamos seguros es que el café siempre será una parte importante de nuestra cultura, crianza y esencia. Que la tradición no muera.
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Last modified: September 7, 2021
